"Infame" es una recomendable y significativa propuesta en la que, por encima de todo, sobresale su brillante reparto.
El rodaje de "Capote" se inició a finales de 2004, mientras que el de "Infame" lo hizo en febrero de 2005. Ambas películas abordan temáticas similares, pero, desafortunadamente para los creadores de este último film, el primero llegó a la cartelera bastante antes y obtuvo un indudable éxito crítico e incluso comercial. Siendo Infame mucho más superior que Capote, desde el desarrollo de las escenas hasta las excelentes actuaciones, se puede destacar, entre otras cosas, la genialidad del guión y la calidad de la fotografía.
Entre Capote e Infame surgieron charlas.
Entre Infame y Capote las organicé.
Y un día viendo una de ellas nuevamente, salió CURIOSIDAD.
Sudaba desde temprano.
El frío helado de julio no ayudaba.
El aroma se sentía desde el galpón. Apareció rápidamente en su cocina para su bocadillo preferido. Lavó sus manos durante largo tiempo sin sacar los ojos del pequeño espejo de borde blanco y se sentó en la punta de la mesa.
Hacía meses, quizás años que se conocían –al menos eso indicaba su mirada- ella no dejaba que pestañeara siquiera. Siempre exigiéndole más y más; una característica incómoda por momentos.
Cuando el viento visitaba el campo, la luz de las velas parecía bailar al ritmo de las “cuatro estaciones” de Vivaldi.
La pobreza pesaba pero no siempre. Ellos se tenían el uno para el otro.
¿Será por eso que murieron el mismo día?
“CON UNA ESCOPETA
Eso decía el locutor de la radio, también el periódico.
“La escalofriante escena se vivió en Rojas, un lugar de la provincia de Bs. As, que está a Kms. de Capital Federal, hace dos días y ocho horas.
El horror lo generan aún más sus edades. El 19 y ella 18. Aún no se saben las causas con precisión pero según trascendidos…”
El recorte de color amarillento con letras pequeñas culminaba allí. La abuela lo tenía en su cajón junto a esta narración más una foto de su sobrino.
No quise averiguar nada más.
La curiosidad a veces hiere más de lo que pensamos, ¿no crees?