"Solíamos leer cuentos en plena noche, si eran de terror mucho mejor. Elsa Bornemann era nuestra autora de cabecera. Aunque
El tiempo fue pasando... la cantidad de veces que dimos vuelta "el contra" (family game), la cantidad de veces que jugamos al cuarto oscuro en los cumpleaños, la cantidad de veces que nos escondíamos al escuchar el timbre (eran: tus papás!, eran: los tíos!) la cantidad de veces que desmenuzábamos los fosforitos para hacer de la pólvora: humo y color. La cantidad de veces que nos quedábamos hasta altas horas de la madrugada viendo qué figura se formaba en la pared.
La cantidad de veces que comprábamos Kinder para ver sólo la sorpresa, (el chocolate? para qué!) La cantidad de veces que nos fuimos de vacaciones, que me ganaste a la canasta (o a cualquier juego: sea tejo, beach-voley, generala, damas), la cantidad de veces que caminábamos sin importarnos el día, la hora, ni el clima.
Sólo eran risas y diálogo. Diálogo y risas!... La cantidad de veces que disfrutábamos de la pintura, de crear, de correr en el bosque, en la plaza...
La cantidad de veces que nos dijimos que nos queríamos y que la vida sería tan distinta si en ciertos momentos de nuestra infancia-adolescencia no nos hubiésemos tenido...
Vos.. la madrina de mi hijo,
Vos... el padrino de mi hijo...
Hasta eso…
La vida siempre te da la posibilidad de agradecerle a esa persona que te ayudó siempre, a esa persona que, cuando te ponés a hacer un recuento de tu vida, aparece en todo momento…
Y sí, por eso hoy esta película fue mi motor de inspiración, porque en esas dos personitas nos vi reflejados. Desde su manera de andar, hasta la manera de relacionarse entre ellos. Siempre juntos para todas partes.
“Entre fantasía y realidad … entre juegos y risas… entre llantos y caídas… entre magia y ensueño…. Entre colores y dibujos….fuimos creciendo día a día para llegar a lo que somos hoy.
Hermanos de sangre… Sellados a fuego.”
