“Mar adentro,
mar adentro.
Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.”
Ramón Sampedro
Javier Bardem, logra encarnar el papel de Ramón Sampedro, un hombre tetraplégico que lucha por morir con dignidad.
Durante el film el protagonista describe su mundo a través de distintas actividades: escucha ópera o el programa de radio de Rosa mientras escribe poemas a través de un sistema especial ideado por él mismo que, gracias a la mano de obra de su sobrino se puede llevar a cabo, o bien, le gusta soñar mientras respira el aire de mar que proviene del hermoso ventanal.
“Uno construye su propio camino, y Ramón logra que te concentres en ciertos aspectos de tu vida que habías perdido de vista. Logra que tus cinco sentidos se te desarrollen a la enésima potencia y desees hacer todo lo que aún no hiciste. Te dan ganas de Vivir.”
“Si lograste captar el mensaje que envía Ramón en su día a día, la película valió la pena…”
Alejandro Amenábar, demostró que se puede dirigir una historia verídica desde un lado poético, desde un lado que pocas personas saben contar.
Mar Adentro: Para ver sin estar ni deprimido ni demasiado alegre.
“Los artistas secundarios son importantísimos,
tal es el caso de Rosa quien se
roba la película.
Por su calidez, sensatez y transparencia.”